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Descripción
El Qilan Oolong de Alta Montaña es un té de roca Wuyi poco común que se cultiva en las profundidades de valles montañosos llenos de niebla a una altitud de 1.600 metros. Cultivados en jardines aislados bajo bosques centenarios, estos centenarios árboles de té Qilan prosperan en un entorno prístino de gran altitud formado por temperaturas frescas, nubes a la deriva y suelos ricos en minerales. Cada hoja es recogida a mano por experimentados cultivadores de té, siguiendo tradiciones similares a las de los tés Dancong de primera calidad. Las orquídeas azules silvestres florecen de forma natural entre los árboles de té, compartiendo el mismo ecosistema intacto. Esta tranquila coexistencia refleja la pureza de la tierra y confiere al té su carácter elegante, nacido en la montaña: misterioso, refinado y profundamente expresivo. Las hojas secas están fuertemente retorcidas y son uniformes, de color marrón oscuro con sutiles tonos ahumados azul-grisáceos. En la mano se sienten densas y poderosas, con la presencia de los acantilados rocosos y el tiempo. Al infusionarlo, se percibe inmediatamente un claro aroma floral afrutado, acompañado de cálidas notas de frutos secos, una ligera fragancia de orquídea y la característica "rima de roca" propia de los auténticos oolongs Wuyi, desarrollada mediante un lento tostado al carbón. El licor brilla con un luminoso color ámbar dorado, con un delicado anillo dorado en el borde de la taza. En boca, el té es sedoso y suave, con cuerpo pero refrescante. La profundidad mineral se despliega gradualmente, seguida de un dulzor largo y estratificado que vuelve suavemente a la garganta. La fragancia de orquídea persiste entre los dientes y las mejillas, terminando con un dulzor cristalino y meloso que recuerda al agua de manantial de montaña. Este Qilan de Alta Montaña expresa tanto la vitalidad de los árboles centenarios como el refinamiento de la artesanía moderna. Es un oolong de roca equilibrado y elegante en el que el terruño y el arte humano se unen, ofreciendo profundidad, claridad y un regusto duradero que recompensa una elaboración lenta y atenta. |
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